Reseña

PALABRA YA HORIZONTE
Encuentro de diez poéticas argentinas en España


VV.AA.
Prólogo de Esther Peñas
Lastura Ediciones, Madrid, 2024

Por Jorge Rodríguez Hidalgo

 

La editorial española Lastura Ediciones acaba de publicar Palabra ya horizonte. Encuentro de diez poéticas argentinas en España. La obra, como el propio título indica, recoge una muestra del quehacer poético de diez autores argentinos que por diferentes motivos residen en España, donde han desarrollado el grueso de sus producciones, tanto líricas como narrativas, ensayísticas, periodísticas o editoriales. El volumen, organizado alfabéticamente, da cuenta de poetas nacidos entre 1942 (Ricardo Pochtar) y 1980 (Andrea Aguirre). Más que una forma aséptica de presentación de las obras, la ordenación parece rehuir los a priori que cada lector puede anteponer a las lecturas a fin de “encontrar” aquello que quizá los poetas no buscaban. De forma expresa: entre los años 70′ del pasado siglo y la actualidad hay una grieta/herida que de una u otra forma ha condicionado a toda la sociedad argentina, la dictadura militar de tan infausta memoria y sangrientas consecuencias.

  En el prólogo, titulado “El universo mismo como posibilidad del lugar”, Esther Peñas avisa de que estamos ante un libro colectivo, pero no una antología. Porque, efectivamente, una antología de poetas residente en España hubiera pedido a voces la incorporación de algunos vates de categoría contrastada (hago gracia de nombrar a ninguno para no desdorar ni el buen trabajo de la editora y prologuista ni a los poetas incorporados). Sin embargo, es dable preguntarse si existe algún nexo entre los diez poetas, además de la común residencia en España. Neus Aguado (Córdoba, 1955), Andrea Aguirre (Buenos Aires, 1980), Arturo Borra (Santa Fe, 1972), Aníbal Cristobo (Lanús, Buenos Aires, 1971), Emma Fondevila (Buenos Aires, 1943), Rodrigo Galarza (Caá Catí, Corrientes, 1972), Laura Giordani (Córdoba, 1964), Cristina Grisolía (Rosario, 1946), Viviana Paletta (Buenos Aires, 1967) y Ricardo Pochtar (Buenos Aires, 1942) no pueden ocultar en sus obras de dónde vienen, cuál es su identidad. Pero, a juicio de Esther Peñas, “escriben desde el postulado de que el universo no está en un lugar determinado, sino que el universo mismo es la posibilidad del lugar. No se trata de estar, sino de ir. Ir, claro, desde la falta, porque lo que no tenemos nos abre a la vida”. Esa falta de la Argentina natal tiene un nombre: exilio. Por razón de edad, no todos los poetas son exiliados de modo directo; algunos lo son porque forman parte de una familia que hubo de exiliarse. Sea como fuere, exiliados son, aunque cada cual viva “la falta” a su modo.

  La poeta, narradora y crítica literaria Neus Aguado, residente en Barcelona desde la niñez, se lamenta de que “nunca más la primavera fue en septiembre/ ni hubo calor que anunciara el Año Nuevo”.

  Residente en Madrid, también desde su infancia, la poeta, editora y pedagoga Andrea Aguirre escibe que “mis padres me contaron, hace años, cómo vieron caer los cuerpos desde un helicóptero al Río de la Plata”.

  Arturo Borra, residente en Valencia, concluye que “no hay búsqueda que no sea/ pérdida: vivir en otro sitio”. Además, “crecimos en la derrota…// Una lejanía que no era nostalgia estalló en las manos”.

  El poeta y traductor Aníbal Cristobo, residente en Barcelona, llega con el humor donde otros lo hacen con la descripción trágica. Así, “Hace unos días// Andrea subrayaba un libro/ que explicaba cómo arrojaban un puñado de plumas/ desde un globo aerostático, para saber si el globo/ estaba subiendo (si las plumas bajaban) o bajando/ (si subían). Nadie sabe// lo que puede un cuerpo”.

  Emma Fondevila, poeta traductora y filóloga, afincada en Madrid desde el golpe de estado de 1976, dedica un emotivo poema “Para A. C., poeta desaparecido […] ¿Cómo encontrarte muerto entre los vivos?/ ¿Cómo sentirte vivo entre los muertos?” Con respecto al exilio, afirma que “atrás quedó lo irrenunciable:/ la vida/ los sueños./ Un tiro de muerte/ acabó con el asombro de la infancia…”

  Profesor de Letras en Madrid, el poeta Rodrigo Galarza nos dice que “el temblor de las raíces agita una estrella/ todo regresa a los precipicios de la sangre/ y desde las cimas/ los recuerdos se suicidan hermosos”.

  Adolescente aún, la poeta Laura Giordani, junto con su familia, salió de Argentina en 1978 a causa de la dictadura militar. Años más tarde, escribirá: “la tierra que no está en ninguna parte/ esta es la verdadera patria”.

  Tras conocer París, Viena y Madrid, la poeta, activista social y defensora de los derechos de las mujeres Cristina Grisolía se estableció definitivamente en Vilanova i la Geltrú, una localidad costera al sur de Barcelona. Dobla el tiempo con el tiempo para persuadirse de que “no volveremos a cruzar las esquinas/ a transitar la diagonal del tango/ quebrada/ en el compás aquel donde chirrió el violín/ en tu cadera./ O tal vez sí solo volvamos a cruzar/ eternamente estas baldosas”.

  Residente en Madrid, la poeta y filóloga Viviana Paletta reflexiona: “solo retornan las aves migratorias. No las exiliadas/ y su remolino alado”.

  Cierra el libro el poeta y traductor Ricardo Pochtar, a quien el golpe de estado de 1976 sorprendió en Barcelona, donde se quedó antes de trasladarse a las Islas Baleares y posteriormente a Gijón (Asturias), ciudad en que reside actualmente. “Solo lo olvidado vuelve,/ solo lo que vuelve está”.

  Esta somera muestra de versos invita a pensar que el exilio implica, por definición, un desarraigo, pero la vivencia que cada desterrado tiene del mismo relativiza sus efectos. Hay exiliados en su propia patria (exilio interior) y los hay que, voluntad mediante, buscan (y a veces encuentran) esa “posibilidad del lugar” a que se refiere Esther Peñas. La “Palabra ya horizonte”, que recoge el “Encuentro de diez poéticas argentinas en España”, es en sí misma el terruño verbalizado. Como escribe el poeta español Rafael Soler en su reciente poemario “Memoria y No” (2024): es “cuestión de léxico encontrar/ la meta del verbo y del afecto/ volver por las afueras/ al dentro perentorio”.

 

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio