
Fernando de Zárate, el poeta oculto
Por Susana Giraudo
Fernando de Zárate[i] sorprende con un nuevo título, con el que intenta reunir sus reflexiones recientes, convertidas en la poesía, que es el lei motiv de su vida. Digo sorprende como lo hizo ya en otros libros publicados. El mismo laconismo con que se conduce en su particular vida de aislamiento continúa expresándose en su poesía.
De Zárate nació para pensar profundo y plasmar sólo una parte de lo que piensa, tal vez sabiendo que, si trasladara a palabras todo su pensamiento, no le alcanzaría el tiempo.
En Unomismo, su reciente entrega, un breve poemario escueto y lacónico demuestra su necesidad de advertencia, esperanza y desesperanza con pocas palabras. Y cuando digo esto, no me refiero a un vocabulario escaso, sino al sentido rotundo que le da a cada vocablo. En él, Fernando evidencia bellamente su condición de poeta, cuando dice: “como si el silencio/ alentara una voluntad /destructiva/ el territorio/ de la memoria/ pulsa sombras veladas/ por el tiempo/“.
Estas líneas se construyen como gritos sofocados. El poeta advierte: ¡Atencion! ¡Hay algo que el mundo no percibe y debe detenerse! Sospechado rechazo que se aparta de la conducta cotidiana: la frivolidad, la alocada carrera, las palabras dichas sin pensar, las heridas que nos infligimos por no mirar a la otredad a los ojos.
Cuando dice “El silencio/ recién asomado/ intacto/ sin vínculo alguno/ ¿qué aullidos contiene?/“ evidentemente resume lo que recoge a su paso con ojo sensible y crítico. Huelga decir que estos son chispazos que se desprenden de Unomismo, libro breve y extenso a la vez, que recomiendo leer lentamente, inmersos en el pensamiento de Fernando de Zárate.
Su origen vasco es, desde mi conocimiento, un dato más para analizar. Esa austera poesía y la aparición aislada de sus títulos. Es como si desde sus ancestros le viniera esa orden de medir lo que dice, dejando que la voluntad del lector prepare la argamasa de su propia construcción. Se percibe la insistencia con que redondea sus ideas, no referidas a la naturaleza o al paisaje, sino expresando con insistencia preguntas profundas que se hace a sí mismo, ajustando siempre sus respuestas al ritmo interno y a la baja sonoridad de sus respuestas. No levanta la voz de manera rimbombante. No alardea con citas y palabras de grandes pensadores, que bien conoce.
“¿Que mar contenemos dentro? /. ¿Qué trozo de papel usamos/ para dibujar puentes/ antes de asemejarnos a un borrón luminoso? / “, poema 8 y “Ante todo somos los restos de la vida. / la marea que va a morir/ dejando nada a la luz.” de su libro Trance ( GPU Ediciones, 2016).
De Indeleble (El mensú ediciones,2017), rescato este fragmento: “todo parece incapaz/ de sostenerse. /cada escena es copia/ de un recorrido vertiginoso/ lo que confunde en el tumulto, / me impide saber/ a imagen de quién/ me estoy asemejando.” Por momentos pasea su rabia sorda, sin exteriorizar. En Escrito en la tempestad (AZ 2007) “es inclemente esta geografía/ de imágenes rotas/ ¿A quién arrojaré piedras?/ ¿ Quien apaciguará mi ira?/ Nadie para oír el crepitar del fuego/ ni el crujir de los dientes/“.
Sus diez títulos publicados en distintas editoriales muestran un pudor y una sensibilidad muy masculinos y hondamente indagatorios. Las dudas silenciosas que acompañan sus pasos fluyen luego en su soledad silenciosa, en su tuteo con el papel en blanco que es, en definitiva, el amigo y enemigo que desafía en las noches largas y los borroneados poemas que descubren el día.
De Fernando de Zárate podríamos decir que es un poeta oculto, ensimismado, pero digno de ser descubierto. Lo confirma este poema de su libro Vértice (El mensú Ediciones):
15
Arrastro
cruces
repartidas
a pérdida o ganancia
Y este cuerpo
que
voy apagando
[i] Fernando de Zárate ha publicado Brújula y viento (Ed. Autor, 2003), Entre el fuego y la sed (Ed. Autor, 2006), Peón, Caballo, Rey (Ed.Autor, 2006 / El mensú, 2011),Escrito en la tempestad (Ed. Autor, 2007 / El mensú, 2011), Brumario (El mensú, 2010), Instamatic 25 (El mensú, 2012), Vértice (El mensú, 2014), Indeleble (El mensú, 2017), Incomodar a la muerte (Mascarón de proa, 2022) y Unomismo (Ed. Autor, 2024)